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Ken Bain y la idea de las superasignaturas: cómo aprendemos y qué papel juega la tecnología

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La publicación de Ken Bain Super Courses. The Future of Teaching and Learning (Princeton University Press, 2021; ed. castellana, Publicacions de la Universitat de València, 2023) ofrece una propuesta ambiciosa y profundamente reflexiva sobre el futuro de la enseñanza universitaria. Este primer blog se concentra en la primera parte de la obra, denominada “La idea”, compuesta por dos capítulos: Confiando en nuestras máquinas y Cómo aprendemos. Nuestro propósito es ofrecer al público docente una lectura analítica y crítica de estos apartados iniciales, en tanto constituyen el fundamento conceptual para comprender la transformación educativa que Bain denomina superasignaturas.


Bain abre el libro con una pregunta provocadora sobre la relación entre educación y tecnología. No se trata únicamente de incorporar máquinas o plataformas, sino de reflexionar sobre el papel que estas desempeñan en la formación de los estudiantes. Como señala: “Las máquinas, por sí solas, no tienen la capacidad de mejorar el aprendizaje; todo depende de cómo las utilicemos y del propósito pedagógico que guíe su empleo” (Bain, 2023, p. 27). En este sentido, la confianza en nuestras máquinas no debe entenderse como dependencia ciega, sino como una relación crítica en la que la tecnología es mediación para el aprendizaje, no sustituto de la experiencia intelectual.


El autor advierte del riesgo de caer en lo que podríamos llamar un espejismo digital: reproducir viejas prácticas docentes bajo ropajes tecnológicos. Clases magistrales transformadas en videoconferencias, evaluaciones automatizadas o plataformas repletas de materiales que solo replican la memorización constituyen ejemplos de lo que Bain considera una falsa modernización. En palabras del autor: “La innovación educativa no consiste en cambiar el formato, sino en replantear el sentido mismo de lo que significa enseñar y aprender” (Bain, 2023, p. 31). La primera enseñanza para los docentes es clara: la tecnología puede enriquecer el aula únicamente si se orienta a promover curiosidad, autonomía y colaboración.


El segundo capítulo, titulado Cómo aprendemos, se adentra en los fundamentos científicos del aprendizaje humano. Aquí Bain recurre a hallazgos de la psicología cognitiva y la neurociencia para argumentar que aprender no equivale a acumular información, sino a construir significados a partir de experiencias previas y motivaciones vitales. Así lo expresa de manera contundente: “Las personas aprenden mejor cuando conectan lo que estudian con lo que ya saben y, sobre todo, cuando lo que aprenden tiene relevancia para su vida” (Bain, 2023, p. 46).

El autor subraya la importancia de la motivación intrínseca sobre la extrínseca. Mientras que las calificaciones o recompensas externas generan aprendizajes superficiales y efímeros, el compromiso genuino surge cuando el estudiante percibe que el conocimiento adquirido tiene sentido y valor en su propia trayectoria personal. Bain afirma: “Los estudiantes que se centran en la nota suelen olvidar pronto lo que estudiaron; quienes aprenden porque quieren entender algo, lo recuerdan y lo aplican a lo largo de su vida” (Bain, 2023, p. 52). Esta observación interpela directamente a los sistemas universitarios que continúan centrando la enseñanza en la evaluación estandarizada.


Otro elemento clave en este capítulo es la reivindicación del error como parte constitutiva del proceso de aprendizaje. Bain rechaza la lógica punitiva que domina muchas aulas y plantea que equivocarse no debe entenderse como fracaso, sino como oportunidad de reflexión y ajuste. En sus palabras: “El error no es el enemigo del aprendizaje, sino su aliado más poderoso” (Bain, 2023, p. 58). Reconocer esta dimensión exige un cambio cultural en la docencia, donde el error pueda asumirse como instancia productiva y no como estigma.


De estos dos capítulos se desprenden consecuencias directas para la práctica pedagógica. En primer lugar, los docentes deben replantear el uso de la tecnología: no como adorno o sustituto, sino como recurso que favorezca el diálogo, la cooperación y la exploración autónoma. En segundo lugar, se impone la necesidad de revisar las estrategias de motivación, privilegiando aquellas que despiertan la curiosidad y conectan con las inquietudes vitales de los estudiantes. Y en tercer lugar, se hace indispensable transformar la cultura académica para concebir el error y la incertidumbre como condiciones inevitables y fecundas del aprendizaje.


Esta primera parte del libro, por tanto, constituye un llamado de atención a la docencia. No basta con acumular recursos tecnológicos ni con perfeccionar sistemas de calificación. Lo que está en juego, como enfatiza Bain, es la posibilidad de diseñar superasignaturas que cambien la relación de los estudiantes con el conocimiento y con su propio proyecto vital. Como él mismo resume: “Una superasignatura no es la que cubre más contenidos, sino aquella que transforma la vida de quienes la cursan” (Bain, 2023, p. 63).


Para el público docente, este primer acercamiento a Super Asignaturas resulta esencial. Nos recuerda que la verdadera innovación no está en las plataformas ni en los dispositivos, sino en nuestra capacidad de comprender cómo aprenden los estudiantes y de diseñar experiencias que los interpelen profundamente. La “idea” que plantea Bain es, en el fondo, una invitación a asumir la docencia como una práctica transformadora que trasciende la lógica de la transmisión y se convierte en un proceso de construcción compartida de sentido.

 

Referencia

Bain, K. (2023). Superasignaturas. El futuro de la enseñanza y el aprendizaje (Ó. Barberá, Trad.). Publicacions de la Universitat de València. (Trabajo original publicado en 2021 por Princeton University Press).

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