Vendedores de humo

Pensamiento crítico y ética ingredientes contra el engaño

El pensador crítico “es habitualmente inquisitivo, está siempre bien informado, confiable, de mentalidad abierta y justa, honesto, sin prejuicios, dispuesto a reconsiderar cuestiones varias; es diligente en la búsqueda de información relevante; razonable en la selección de criterios; es enfocado y persistente en la investigación”. (Facione, 1990, p. 3)

De que trata, este tema de pensar, todos pensamos. La diferencia quizá esta en lo que pensamos, cómo lo pensamos y para qué lo pensamos, ¿se piensa críticamente y/o creativamente?, ¿pensamos al servicio de la verdad o del beneficio propio o hasta compartido?

Pero ¿cuál verdad? en un mundo que se dice vive en la posverdad, descrita por Oxford como el fenómeno que se produce cuando "los hechos objetivos tienen menos influencia en definir la opinión pública que los que apelan a la emoción y a las creencias personales". Donde la opinión vale más que los hechos. Una opinión divulgada en las atemporales y transitorias redes sociales donde se vive estéticamente en la inmediatez que busca el goce momentáneo donde el criterio y la responsabilidad queda soslayadas al servicio del narcisismo. Tema álgido que se tratará en otro artículo.

La verdad desde el horizonte del relativismo, de ese relativismo gratificante, física y emocionalmente, donde se acoge una u otra posición de acuerdo con lo que se necesita en el momento clave para hacer lo que se quiere sin la instrusión de los absolutos. La esencia del relativismo es la convicción de que las afirmaciones de verdad no se basan en normas de evaluación que son válidas para todos.

¿Cómo podemos tomar decisiones sobre nuestro modo o forma de vida? en una única comunidad, en un único mundo. Si hablamos de un compromiso ético de la sociedad, éste tiene que ver con la verdad y con el conocimiento para transformar la realidad en algo mejor.

“…es claro que se requiere formular un conjunto de valores y normas, una ética pública cívica, en un mundo pluralista, en la que se compartan valores y normas para construir una vida juntos, más allá del poder coexistir o convivir, sino dentro de una dinámica en la que a través de proyectos compartidos se dé la oportunidad de descubrir respuestas comunes a los desafíos a los que nos enfrentamos” (González, 2023a)

Pensar en consecuencia, de manera crítica a través de una reflexión intencional ideológica, en la que se une en diálogo con la realidad y con otros de modo humilde y recíproco con el único fin de determinar un sentido a la existencia. (González, 2023b)

Ello implica por lo menos dos acciones, la primera relacionada con el cómo entablar la relación con los otros y allí devienen aspectos como el reconocimiento recíproco fundamentando en la seguridad emocional no sólo en la experiencia, sino también en la exteriorización de las propias necesidades y sentimientos; la igualdad de derechos e integridad en tanto el reconocimiento legal se hace fundamental para el autorrespeto, así como, las condiciones de interacción, en las cuales los seres humanos puedan sentirse seguros en su “dignidad” o “integridad” y; la solidaridad vista como la simpatía por otros proyectos de vida. (Honneth 1995: 256).

La segunda asumir el diálogo utilizando criterios, hacerse preguntas y obtener respuestas razonadas. No sé trata de determinar si un argumento es o no persuasivo o convincente, sino de un razonamiento reflexivo, en el que están presentes pruebas, evidencias que son relevantes, suficientes y aceptables, que se argumentan con razones solventes y bien asentadas. Exige una disposición al análisis, a la valoración con detenimiento y en profundidad de las cuestiones, determinar la credibilidad, evaluar las creencias, las interpretaciones, dejando a un lado los prejuicios, las generalizaciones precipitadas, la tendencia a dar más fuerza probatoria a lo que confirma nuestro punto de vista para “ganar”.

“Desde una postura en la que la ética tiene que ver con la responsabilidad y el respeto mutuo, conocer al otro, dejándolo aparecer sin prejuicios, supuesto y expectativas. Abandonando las certezas propias, no necesariamente para cambiarlas, sino para reflexionar sobre ellas, desde una postura en la que realmente me dejo afectar por el otro, porque me importa, me preocupa”. (González, 2022)

El deber de la sociedad aparte de la búsqueda de la verdad es el compromiso con la justicia, que no se limita a la observancia de ciertas normas sociales o institucionales, sino que atañe al uso del saber en la sociedad, por ello, la importancia de la educación cómo generadora de aprendizaje y desarrollo de pensamiento. En tanto finalidad, es formadora intelectual de seres humanos capaces de transformar su entorno (Serrano, 2009: XXV).

¿Cómo se presentan estos temas en las redes sociales? Pareciera que la internet es como el vendedor de humo que busca darle a los demás todo lo que desean, pero no es honesto y no menciona que esto será temporal, llamando la atención de manera colorida e inocente para luego mostrar quien es realmente ¿en dónde radica el gran riesgo del entretenimiento digital?

Referencias:

Facione, P. A. (1990). Critical thinking: A statement of consensus for purposes of educational assessment and instruction. The American Philosophical Association Delphi report. Millbrae: California Academic Press

González M. R. (2023a). Ética y Convivencia para vivir juntos. Recuperado de https://www.fundacionconvivencia.org/post/%C3%A9tica-y-convivencia-para-vivir-juntos

González M. R. (2023b). Ética y Convivencia. Una primera aproximación. Recuperado de https://www.fundacionconvivencia.org/post/%C3%A9tica-y-convivencia-una-primera-aproximaci%C3%B3n

Honneth, Axel (1995). “Integrity and disrespect: Principles of a conception of morality based on a theory of recognition”, en The fragmented world of the social. Nueva York: State University of New York Press.

Serrano, Gustavo. 2009. "Pensamiento, educación y universidad", Ciencia ergo sum, vol. 16, núm. 2, "Dossier XV Aniversario", Universidad Autónoma del Estado de México, México, pp. XXII–XXVIII.