Megatítulo: los niños y adolescentes que son testigos del acoso escolar pueden ser actores claves en la lucha contra el bullying.
Megadescripción: los espectadores del bullying pueden ser actores en la lucha contra el bullying si sin capacitados y cuentan con un sistema de apoyo.
El acoso escolar, como se ha dicho antes en este blog, es un fenómeno social: va más allá de la falta de empatía de los agresores y de la tristeza y el enfado de las víctimas, va más allá de la misma agresión, de las mismas burlas: el acoso escolar involucra a toda la comunidad educativa: no sólo a los agresores y a las víctimas y a sus familias (como se ha dicho antes también en este blog), sino también a los testigos del acoso. En esta ocasión nos ocuparemos de estos últimos, de las emociones que sienten en tanto testigos y de la educación emocional que les permitiría ser parte de una solución al acoso escolar.
En el acoso escolar, el agresor tiene, además de móviles emociónales, móviles sociales: lo mueve el sentimiento de poder y el reconocimiento social que el acoso puede proveerle, y que se debe precisamente a que el acoso es un hecho social que cuenta con actores y espectadores. Recuérdese que la víctima está sola porque los compañeros que son testigos de la agresión que padece prefieren alejarse de él, en parte para no ser víctimas ellos también, en parte porque prefieren estar del lado del más fuerte, en parte porque pueden carecer de empatía como carece de empatía el agresor (Navarrete, Castel, Romanos, y Bruna, 2017; Goicoechea y Romeo, 2017). Frecuentemente, los testigos del acoso escolar lo estimulan: alientan gritando al acosador y ríen de sus burlas (Goicoechea y Romeo, 2017). Además de los testigos que participan activamente en el acoso, reforzándolo con sus risas y sus gritos, están los testigos que no toman partido, y los que toman partido por el acosado y que, muchas veces, cuando nadie los ve, se dirigen a las víctimas para expresarles su apoyo (Ubieto, 2021).
La posición que tienen los testigos del acoso escolar es una posición “privilegiada”, por decirlo de algún modo: “Son expertos de lo que está pasando. De quién agrede a quién, de cómo lo hace y sobre todo de las formas más sutiles (de intimidación) que son difíciles de identificar, tales como la exclusión, el rumor, la descalificación, el empujón que no se ve, la rotura del cuaderno, la ciberviolencia. Si un adulto no las está mirando, no las puede ver” (Alarcón, 2023, p. 56). Por esto razón, el rol que pueden tener los testigos del acoso en la lucha contra el mismo no debe ser menospreciado, sino que, por el contrario, debe ser aprovechado, pues el comportamiento de estos “puede reducir el refuerzo que reciben los acosadores y, así, su motivación para acosar” (Alarcón, 2023, p. 56).
¿Cómo hacer de los testigos del acoso escolar algo distinto que alentadores o simples observadores del mismo? Aunque su posición es una posición privilegiada para actuar en contra del acoso, los testigos necesitan apoyo, un “sistema que los apoye” (Alarcón, 2023, p. 58). ¿en qué debe consistir esta ayuda? ¿en qué, ese sistema? En primer lugar, los testigos de acoso escolar necesitan de una educación emocional que le permita sentir empatía por el sufrimiento de las víctimas;un testigo empatíco es capaz de reconocer el daño que causa el acoso (Alarcón, 2023). En segundo lugar, para convertirse en parte de la solución al problema del acoso, los testigos necesitan ayuda, “pues por sí solos es muy difícil que lo hagan” (Alarcón, 2023, p. 58).
En el ámbito de la escuela, la mayoría de los programas anti-bullying que se han probado eficaces han dado un rol importante a los testigos del acoso, siendo uno de sus elementos principales la capacitación de los mismos. Estos programas prevén la creación de espacios de dialogo sobre el bullying en que participan todos los estudiantes, y en los cuales se promueve la corresponsabilidad respecto de este problema (Ubieto, 2021),y se recuerda a los estudiantes las sanciones a las que podrían exponerse los acosadores (Ubieto, 2021). Estos programas han comprendido también la creación de canales de denuncia de situaciones de acoso y la publicidad de esos canales (Barajas, Caballero, Martín, y Ramos, 2016; Ubieto, 2021).
De los programas exitosos en la lucha contra el bullying, el programa finlandés KiVa tal vez sea el más conocido; este programa mezcla la impartición de lecciones relacionadas con el acoso y sus consecuencias, con la interacción de los estudiantes en línea. Las lecciones, además de ser espacios en que se busca sensibilizar a los estudiantes sobre el acoso y sus consecuencias, son espacios en que se puede detectar casos de acoso que son asumidos por docentes capacitados para ello (Ubieto, 2021). En línea, los estudiantes debaten sobre el tema, realizan ejercicios relacionados con él mismo, llenan encuestas sobre el ambiente que se vive en la escuela, y juegan un juego gracias al cual aprenden habilidades útiles contra el acoso, reflexionan sobre su comportamiento, y mediante el cual, también, pueden reportar casos de acoso, enviando un mensaje privado a los responsables del programa en su escuela (Ubieto, 2021).
Los programas antibullying que se pongan en marcha en la escuela, deben tener como actores principales a los testigos del acoso escolar; para ello, debe capacitárseles sobre el daño que puede causar el acoso a quienes los padecen, con el fin de despertar en ellos la empatía necesaria para obtener su colaboración, la cual requiere, como se ha visto, de la creación de canales de denuncia que sean anónimos y de fácil uso para los observadores.
Referencias
Alarcón, M. (25 de agosto de 2023). Bullyng escolar: el rol clave de los "compañeros testigos". Obtenido de guao.org: https://www.guao.org/sites/default/files/buenas%20practicas/Bullying%20escolar.pdf
Barajas, M., Caballero, M., Martín, M., y Ramos, A. (2016). Reírte con el bullying te transforma en cómplice. Madrid: Fundación Mutua Madrileña.
Goicoechea, P., y Romeo, J. (2017). Las familias ante el acoso escolar . Revista de Estudios de Juventud , 139-152.
Navarrete, D., Castel, S., Romanos, B., & Bruna, I. (2017). Influencia negativa de las redes sociales en la salud de adolescentes y adultos jóvenes: una revisión bibliográfica . Psicología y salud , 255.267.
Ubieto, J. (2021). Los terceros en el bullying ¿testigos o cómplices? Revista de la Asociacion de especialistas en neuropsiquiatría, 267-278.
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