top of page

La inteligencia emocional y el ciberbullying

Metatítulo: la educación emocional: una manera de combatir el ciberbullying

Metadescripción: la educación emocional es útil para combatir el ciberbullying y para prevenirlo.



El uso de las redes sociales por parte de niños y adolescentes comporta un riesgo para su estabilidad emocional; varios estudios señalan que el mismo puede provocar en ellos ansiedad, tristeza, e ira; que en ellas pueden ser objeto de rechazo y de agresión (Galbava, Machackova, y Dedkova, 2021). Del flujo constante y masivo de información que se da en las redes sociales hacen parte “noticias falsas, burlas y ataques personales, más públicos, marcados, duraderos y peligrosos” (López, 2021, p. 12). Es apenas natural que los niños y los adolescentes que son objeto de esas burlas y de esos ataques se vean afectados por ellas, más aún cuando las mismas toman la forma de la “ciberviolencia” o cyberbullying que no es otra cosa que el acoso escolar o bullying —es decir, el maltrato escolar que se da entre adolescentes en un en centro educativo— que se da por intermedio de las redes sociales, el cual consiste, entre otras cosas, en la transmisión de insultos y de burlas, en la propagación de rumores, y en la publicación de información privada, y es constante: puede darse las 24 horas del día los siete días de la semana, cosa que no sucedía antes de la aparición de las redes sociales, cuando el acoso escolar o bullying se limitaba al ámbito físico de la escuela (Navarrete D. , Castel, Romanos, y Bruna, 2017).


Las víctimas de cyberbullying pueden padecer ansiedad, miedo, nerviosismo, irritabilidad, depresión; pueden tener trastornos de sueño, dificultad para concentrarse, e ideas suicidas. (Ortega y Carrascosa, 2018). Los victimarios del ciberbullying, por su parte, lo son movidos por el sentimiento de poder que puedes causarles el serlo, por celos, por venganza y, sobre todo, por ser incapaces de tener empatía respecto de las víctimas (Navarrete, Castel, Romanos, y Bruna, 2017).


Además de ser un sintoma de carencias en la inteligencia emocional de los agresores, y la causa de problemas emocionales en las víctimas, el ciberbullying es un problema para la convivencia escolar (Carbonell y Cerezo, 2019). Por tal razón, la inteligencia emocional es supremamente valiosa para la convivencia escolar, pues sirve para encontrar soluciones pacíficas a los conflictos que surgen entre los estudiantes, y para prevenir la violencia y las agresiones (Carbonell y Cerezo, 2019). El fortalecimiento de la inteligencia emocional en los niños y en los adolescentes incide directamente en el rendimiento escolar de estos, y puede reducir sus sentimientos de ansiedad y agresividad (Carbonell y Cerezo, 2019).


Los estudios realizados sobre el tema muestran que los programas de prevención del ciberbullying que tienen éxito lo tienen porque han estado dirigidos a toda la comunidad educativa de la escuela, porque han combinado la creación de reglas y de sanciones para toda la comunidad educativa, con la capacitación de los docentes y estudiantes en resolución de conflictos, y con la consejería individual (EDC, 2019) . Si estos programas deben dirigirse a toda la comunidad educativa y no sólo a los agresores y a las víctimas, es porque el bullying, y el ciberbullying en particular, además de tener su origen en problemas emocionales del victimario y de la victima, se ve reforzado por factores sociales: en ocasiones, el agresor agrede para, al hacerlo, ganar prestigio entre sus compañeros; sucede también que los niños y adolescentes suelen simpatizar con los agresores (EDC, 2019).


Para enfrentar el cyberbullying y el bullying en general, toda la comunidad educativa de la escuela debe tener una cultura del respeto por el otro: “la manera como los profesores, el personal administrativo, y los estudiantes deben tratarse entre sí debe estar reflejada en las políticas de la escuela” (EDC, 2019, p. 6).


En lo que toca a las víctimas, los programas de prevención de ciberbullying deben contemplar una educación emocional que les permita no dar pasto a la agresión: algunos estudios señalan que los estudiantes que revelan ante sus compañeros sentimientos de tristeza o de inestabilidad son objeto de acoso escolar, y que revelar esos sentimientos tras la agresión sólo hace que esta se prolongue en en el tiempo agravándose (EDC, 2019) .). Los planes de prevención del ciberbullying y el bullying deben comprender también acciones que permitan a las víctimas entablar relaciones de amistad con sus pares, a romper la soledad que acompaña generalmente al acoso escolar (EDC, 2019) .


En lo que concierne a los agresores, la educación sentimental dirigida a ellos debe centrarse en el control de su ira y en el manejo del estrés, sentimientos que subyacen tras el comportamiento de los agresores (EDC, 2019) . La tolerancia, el reconocimiento y el aprecio por la diferencia, y la empatía hacia sus iguales, deben formar parte del componente de educación emocional que deben tener los programas de prevención del ciberbullying: algunos estudios han concluido que la falta de empatía hacia las víctimas y la idea de que la diferencia es algo negativo son dos importantes factores que causan el acoso escolar, en particular el ciberbullying (EDC, 2019) .


En lo que se refiere a los profesores y al personal administrativo de los colegios, los planes de lucha contra el bullying y el ciberbullying deben comprender, como se dijo más arriba, su capacitación en materia de resolución de conflictos, así como en materia del acoso escolar como tal: sobre los signos de que un niño o un adolescente está siendo víctima del mismo, sobre las distintas formas que reviste este problema para la convivencia, sobre los factores que ponen en riesgo a un niño o a un adolescente de ser víctima de este problema (EDC, 2019) . En el aula, los profesores deben establecer reglas claras de interrelación que tengan como fundamento el respeto por el otro y el aprecio por la diferencia, y organizar discusiones periódicas sobre el acoso escolar con los estudiantes, y talleres de educación emocional en que los estudiantes puedan exteriorizar sus sentimientos sobre el acoso escolar, particularmente sobre la forma que este reviste en nuestro tiempo: el cyberbullying.


Referencias

  • Carbonell, N., & Cerezo, F. (2019). El programa CIE: intervención en ciberacoso escolar mediante el desarrollo de la inteligencia artifical . European journal of health research, 39-49.

  • EDC. (2019). Social and emotional learning and bullying prevention. Búfalo: EDC.

  • Galbava, S., Machackova, H., & Dedkova, L. D. (2021). Ciberostracismo: consecuencias emocionales y conductuales en las interacciones en las redes sociales. Comunicar, 9-20.

  • López, M. (2021). Tejidas en lo público, las redes trajeron espectadores a lo privado. Revista de Educación Fundación Convivencia, 9-14.

  • Navarrete, D., Castel, S., Romanos, B., & Bruna, I. (2017). Influencia negativa de las redes sociales en la salud de adolescentes y adultos jóvenes: una revisión bibliográfica. Psicología y salud , 255.267.

  • Navarrete, D., Castel, S., Romanos, B., & Bruna, I. (2017). Influencia negativa de las redes sociales en la salud de adolescentes y adultos jóvenes: una revisión bibliográfica. Psicología y salud, 255-267.

  • Ortega, J., & Carrascosa, L. (2018). Malestar psicológico y apoyo psicosocial en víctimas de ciberbullying. INFAD, 357-366.

119 visualizaciones0 comentarios
bottom of page