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Música

Sergio Jiménez

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Salud

Simón Castro

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Podcast Episodio # 1

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Sergio Jiménez Ay, que dolor...
00:00 / 01:59

Ay, qué dolor Crítica y oportunidades en la escena musical de Bogotá: el caso de Rock al Parque Sergio Jiménez Palabras clave: Festival Rock al Parque, Escena musical en Bogotá, Equipamientos cul-turales, IDARTES, Bandas emergentes, Acceso a escenarios Recientemente, el 15 de octubre, se dio a conocer la primera parte del cartel oficial del Festival Rock al Parque, uno de los festivales de música gratuitos más importantes del país y de la región. Rock al Parque se considera uno de los eventos de acceso gratuito más grandes del mundo, destacando por su relevancia en la cultura rockera y alternati-va de América Latina (Piedrahíta, 2023). Al día siguiente, se presentó el cartel de las bandas distritales, quienes acceden al festival a través de becas y convocatorias gestio-nadas por el Instituto Distrital de las Artes (IDARTES). Sin embargo, una crítica común en redes sociales es la repetición de bandas que ya han estado presentes en ediciones anteriores, lo que deja poco espacio para las nuevas propuestas musicales. Según varios analistas, esta situación podría estar relacionada con la falta de espacios de promoción y apoyo a las actividades culturales en Bogotá (Rojas, 2022). Espacios culturales en Bogotá Bogotá cuenta con un total de 567 equipamientos culturales, es decir, lugares dedica-dos a la actividad cultural administrados por el Distrito o las alcaldías locales. Esto equi-vale a 7 equipamientos por cada 100.000 habitantes, con la mayor concentración en las localidades de Teusaquillo (68), Chapinero (58), La Candelaria (57) y Santa Fe (55). No obstante, existe un déficit importante en localidades como Sumapaz (2), Puente Aranda (6), Tunjuelito (9) y Los Mártires (10) (Instituto Distrital de Patrimonio Cultural, 2022). Este conteo no incluye otros espacios de presentaciones musicales, como teatros priva-dos, bares, o centros de eventos comerciales como el Royal Center o el Movistar Arena. Estos últimos, aunque son escenarios icónicos para la música en Bogotá, no siempre están disponibles para las bandas emergentes debido a sus altos costos de alquiler (Sánchez y Morales, 2021). Dificultades de acceso a los escenarios A pesar de la aparente cantidad de espacios, muchos grupos enfrentan dificultades pa-ra acceder a ellos. Según Andrés Pinto, del Circuito de Rock Bogotá, “la mayoría de es-tos auditorios no están a disposición de las bandas emergentes por cuestiones econó-micas”. Pinto, cuyo trabajo se centra en apoyar a bandas locales desde hace más de dos décadas, comenta que a pesar del crecimiento en la oferta de auditorios, el acceso di-recto sigue siendo difícil para muchas bandas, especialmente para las que recién co-mienzan (Pinto, 2024). Calidad acústica de los escenarios La acústica es otro factor importante. La remodelación del Coliseo El Campín en 2018, que lo convirtió en el Movistar Arena, mejoró significativamente su acústica. Sin em-bargo, otros espacios como el Royal Center han recibido críticas constantes por su cali-dad de sonido (Rodríguez, 2023). A pesar de esto, los escenarios más grandes cuentan con equipo de audio y backline adecuados, lo que es beneficioso para las bandas que logran presentarse en ellos (Pinto, 2024). Iniciativas y propuestas para el fortalecimiento de la escena Frente a esta problemática, en 2023 se presentó en el Concejo de Bogotá el Proyecto de Acuerdo 461 de 2023, que proponía establecer el 1 de octubre como Día de la Mú-sica en Bogotá. La idea era coordinar un día de exposición musical en espacios públicos y privados de las 20 localidades de la ciudad. Bogotá fue declarada Ciudad Creativa de la Música por la UNESCO en 2012, un reconocimiento a la diversidad de sus expresio-nes musicales, desde géneros tradicionales hasta vanguardistas. Sin embargo, una en-cuesta de Cultura Ciudadana reveló que solo el 10% de los bogotanos participan en ac-tividades culturales, y de ese porcentaje, solo el 24% toca algún instrumento (UNESCO, 2022; Encuesta de Cultura Ciudadana, 2023). Educación musical y profesionalización La educación musical y la profesionalización también son factores clave. Pinto mencio-na que la formación académica en música y la profesionalización de las bandas pueden mejorar la calidad y sostenibilidad de los proyectos. Según él, “entre más gente esté involucrada y más escenarios haya disponibles, más artistas podrán formarse” (Pinto, 2024). En cuanto al papel de la tecnología, Pinto señala que el acceso a herramientas de gra-bación casera ha democratizado la producción musical, permitiendo a las bandas emergentes crear contenido sin la necesidad de estudios profesionales. Esto representa un cambio significativo en comparación con décadas pasadas, cuando los costos de producción eran una barrera para muchos artistas (Rojas, 2021). A manera de perspectiva Para fortalecer la escena musical en Bogotá, es fundamental que tanto las instituciones públicas como las organizaciones privadas trabajen en conjunto. Propuestas como el festival “Mamá, Estoy Triunfando” del Movistar Arena, en colaboración con Radioack-tiva, demuestran que existen esfuerzos por apoyar a las bandas emergentes. Aun así, falta un mayor compromiso por parte de los bares y escenarios, que deberían priorizar a las bandas con contenido original sobre los tributos y covers, para diversificar real-mente la oferta musical (Rodríguez, 2023). Referencias Instituto Distrital de Patrimonio Cultural (2022). Informe de equipamientos culturales en Bogotá. Piedrahíta, L. (2023). Rock al Parque y su impacto cultural en América Latina. Revista de Cultura y Sociedad, 45(2), 15-30. Pinto, A. (2024). Entrevista personal, Circuito de Rock Bogotá. Rojas, M. (2021). El acceso a la producción musical en Bogotá: retos y avances. Bogo-tá: Editorial Universidad Central. Rodríguez, S. (2023). La acústica de los principales escenarios de Bogotá: Un análisis crítico. Música y Sociedad, 29(3), 50-68. Sánchez, P. & Morales, A. (2021). Espacios y economía de la música en Bogotá. Estudio de Coyuntura Cultural, 18(4), 72-89. UNESCO (2022). Creative Cities of Music: A Comparative Study. Paris: UNESCO.

Podcast Episodio # 2

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Simón CastroCuando no hay nada que hacer
00:00 / 11:22

Cuando no hay nada que hacer: el valor oculto del aburrimiento en una era de constante distracción. Simón Esteban Castro Peña En la actualidad, existe una sensación colectiva de que debemos ser productivos, de que siempre necesitamos “hacer algo”. Salir a algún lado, ver una película o revisar redes sociales se han convertido en nuestras formas predilectas de llenar el tiempo. Sin embargo, cuando no encontramos una actividad que nos motive o estimule, solemos decir que “no hay nada que hacer” y nos sentimos aburridos. Este estado es incómodo; el tiempo parece ralentizarse, y cada minuto se siente eterno. La psicóloga Mónica Velandia, egresada de la Universidad Konrad Lorenz, explica que esta necesidad constante de estímulos rápidos y cambios constantes tiene un costo emocional. “Estamos tan acostumbrados al bombardeo de estímulos en internet que, al desaparecer, nos sentimos vacíos y aburridos”, señala. Para Velandia, el aburrimiento no es intrínsecamente negativo, sino que cumple una función adaptativa: “Nos da espacios para la reflexión personal y permite analizar nuestra vida, lo que puede motivar cambios positivos.” Sin embargo, también advierte que los períodos prolongados de aburrimiento pueden afectar la salud mental, y recomienda entender las causas subyacentes para encontrar un equilibrio saludable. El aburrimiento se define en el Diccionario de la Real Academia Española como “cansancio del ánimo originado por falta de estímulo o distracción, o por molestia reiterada”. Otros expertos coinciden con esta interpretación. El Instituto Europeo de Psicología Positiva lo describe como “una sensación de insatisfacción y falta de interés en las actividades presentes”, mientras que la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) lo conceptualiza como “una emoción moral desagradable a raíz de situaciones carentes de estímulos”. Estas definiciones coinciden en que el aburrimiento nos afecta emocionalmente, generando una incomodidad que la sociedad moderna tiende a evitar. Una observación interesante sobre la relación entre el aburrimiento y la sociedad moderna viene de la socióloga Cyndi Tobón, de la Universidad Nacional de Colombia. Según Tobón, el aburrimiento, como muchas emociones, no es puramente personal: “Las emociones están profundamente influenciadas por estructuras sociales, que les dan un significado específico. Por tanto, el aburrimiento que sentimos a menudo no es solo individual, sino que se deriva de una causa social común.” Esto sugiere que la presión por la productividad y el rechazo al aburrimiento están arraigados en nuestra cultura, que idealiza a las personas activas, productivas y siempre ocupadas. El filósofo José Carlos Ruiz, doctor en Filosofía Contemporánea, introduce el concepto de “entretenimiento aburrido”, un estado en el que, a pesar de estar ocupados navegando en redes sociales o viendo contenido, no experimentamos verdadera satisfacción. Ruiz señala que las redes sociales buscan capturar nuestra atención a través de estímulos constantes, inhibiendo nuestra capacidad para aburrirnos y reflexionar, y manteniéndonos en un ciclo de distracción que puede llevar al agotamiento mental. Esta situación plantea la pregunta de si el tiempo que dedicamos a estas actividades es realmente productivo o simplemente una evasión de la incomodidad del aburrimiento. ¿Es posible que el aburrimiento, a nivel social, pueda provocar transformaciones significativas? Tobón plantea que, aunque el aburrimiento puede ser un motor para la reflexión, difícilmente podría, por sí solo, derribar sistemas de opresión o cambiar estructuras culturales de manera radical. “Los cambios sociales requieren tiempo, paciencia y múltiples factores, y el aburrimiento prolongado tiende a desgastar más que a construir”, comenta. Su reflexión pone de manifiesto la paradoja de esta emoción: si bien nos impulsa a la introspección, su impacto es efímero y puede convertirse en un obstáculo si no se maneja adecuadamente. Este artículo invita a los lectores a reconsiderar su relación con el aburrimiento y a ver este estado de ánimo como algo que, bien manejado, puede ser enriquecedor. No se trata de romantizar el aburrimiento ni de verlo como una solución a nuestros problemas, sino de reconocer su papel en el equilibrio emocional. El aburrimiento no es un enemigo que deba evitarse a toda costa ni una emoción que pueda eliminarse del todo. Es una herramienta útil, que, bien entendida, puede ayudarnos a ser más conscientes y a mejorar nuestro bienestar.

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Entrevista Exclusiva 

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Literatura

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Winston Manrique

Podcast Episodio # 3

Mariana Ramírez

Mariana Ramírez

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Tecnología

Mariana Ramírez “Las redes sociales y la lectura”
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Las redes sociales: ¿Un impulso para la lectura o la proliferación de literatura de baja calidad? En una era dominada por redes sociales como TikTok e Instagram, surge la pregunta de si estas plataformas realmente fomentan la lectura de calidad o si simplemente amplifican la venta de libros comerciales de atractivo inmediato, pero de valor literario cuestionable. Palabras clave: Redes sociales y literatura, calidad literaria, literatura comercial, TikTok y BookTok, lectura juvenil, inteligencia artificial en autopublicación, bookfluencers. La revolución digital ha cambiado el rostro de la industria editorial. Plataformas como TikTok, Instagram y Kindle de Amazon han permitido que millones de personas descubran libros y compartan sus opiniones de manera casi instantánea. Sin embargo, esta democratización de la lectura ha generado un debate profundo sobre si realmente está promoviendo literatura de calidad o si, por el contrario, está saturando el mercado con libros comerciales de baja profundidad. Este artículo investiga el impacto de las redes sociales en la calidad de la literatura y examina si realmente han facilitado el crecimiento de géneros literarios más accesibles y de menor calidad. Para responder a esta hipótesis, analizamos opiniones de figuras del mundo literario, como los periodistas Winston Manrique Sabogal y Andrés Medina Vega, junto con artículos especializados de medios como Aceprensa (Zarzalejos Vicens, 2024), El Debate (De las Heras, 2024), Universo Abierto (Grady, 2024), Cuadernos Hispanoamericanos (Bauman, 2017) y La Patria (Galvis Arcila, 2023), que exploran los efectos de estas plataformas en la calidad literaria. La masificación de la lectura: ¿Es positiva para la literatura? Desde el punto de vista de Winston Manrique Sabogal, periodista de WMagazín, cualquier incentivo que promueva la lectura es positivo. Argumenta que, en un contexto donde la lectura no siempre es accesible para todos, redes como TikTok y plataformas de autopublicación democratizan el acceso y hacen que los jóvenes se acerquen a los libros. Según Manrique, el problema radica en que, al igual que en otras artes, la calidad puede variar enormemente: “No hay que satanizar los géneros comerciales; muchas veces son una puerta de entrada para que los jóvenes lleguen a otras lecturas más complejas” (Manrique, 2024). En sintonía, Andrés Medina Vega, periodista y escritor de ¡PopArt!, reconoce que las redes permiten visibilizar obras y autores que de otro modo no alcanzarían una audiencia amplia. Sin embargo, Medina señala que el contenido promovido en redes es a menudo superficial y se enfoca en atraer a un público masivo, sacrificando en muchos casos la calidad. Medina afirma que, si bien estos libros pueden ser “un punto de partida,” no garantizan una evolución en los gustos literarios del lector. Además, reflexiona sobre cómo la popularidad de ciertos géneros afecta la percepción de lo que es “buena literatura,” generando una cultura donde “leer lo que está de moda” se vuelve una norma (Medina Vega, 2024). La calidad literaria en la era de las redes sociales Sebastián Galvis Arcila, en su columna en La Patria, señala que la calidad literaria se ha diluido en favor de una literatura que se ajusta a lo que el mercado quiere. Los “malos libros,” que él define como aquellos que carecen de estructura narrativa o presentan personajes triviales, se han convertido en el contenido dominante en muchas plataformas digitales. Para Galvis, el riesgo es que esta literatura “mata en nosotros la lectura,” ya que no incentiva el pensamiento crítico o la exploración de ideas profundas (Galvis Arcila, 2023). Sus opiniones coinciden con las de otros críticos, como Daniel Mecca, quien en Unidiversidad afirma que las redes facilitan la visibilidad de los libros, pero también promueven contenido cuya calidad queda en segundo plano (Mecca, 2024). En la misma línea, De las Heras en El Debate se cuestiona si los libros “malos” y populares realmente benefician a la literatura o simplemente fomentan una cultura literaria desechable. De las Heras utiliza ejemplos de autores exitosos en ventas, como Juan Gómez-Jurado y Elísabet Benavent, cuyos libros logran un éxito impresionante, pero que, según él, carecen de la profundidad y complejidad necesarias para ser considerados literatura de calidad (De las Heras, 2024). La comercialización extrema y la falta de crítica El mercado actual de autopublicación y redes sociales, como demuestra el artículo de Universo Abierto, también ha sido invadido por la inteligencia artificial. En Amazon, miles de libros electrónicos creados con IA saturan el mercado de Kindle. Estos libros, en su mayoría de baja calidad, explotan los algoritmos de Amazon y buscan generar ingresos rápidos sin ofrecer un contenido significativo o enriquecedor (Grady, 2024). Esta situación refleja la tendencia generalizada de buscar lo rentable sobre lo valioso, lo que cuestiona el verdadero valor literario de estos contenidos. Gabriela Adamo, editora y traductora, reflexiona que “cualquier lugar que haga más visibles los libros siempre es positivo,” pero agrega que esto solo beneficia a la literatura si se acompaña de una crítica y curaduría adecuada (Adamo, 2024). En este sentido, Hernán Vanoli en Unidiversidad advierte que Instagram y otras redes sociales actúan como vitrinas donde “lo que está de moda es lo que más se consume,” llevando a una sobrevaloración de obras que son efímeras y cuya calidad es discutible (Vanoli, 2024). La “mediocrización” de la literatura: entre el mercado y la democratización El fenómeno de la “mediocrización” es ampliamente discutido en el artículo de Cuadernos Hispanoamericanos, donde Zygmunt Bauman sostiene que el mercado promueve la accesibilidad literaria en detrimento de la calidad. El escritor y crítico afirma que el mercado actual confunde el valor de una obra con su popularidad, y esto, en palabras de Andrés Medina Vega, “limita la posibilidad de que el lector acceda a experiencias de lectura más ricas y complejas” (Bauman, 2017; Medina Vega, 2024). Bauman argumenta que esta tendencia no solo afecta a la literatura, sino que crea un entorno en el cual escribir “malas novelas” se convierte en una práctica aceptable, mientras que el autor que intenta crear obras con valor literario enfrenta una audiencia limitada y un mercado poco receptivo. Bookfluencers: el rol de los influenciadores en la promoción de literatura comercial Los bookfluencers, según Adamo, pueden dividirse en diferentes grupos que promueven desde libros de gran valor literario hasta obras ligeras y comerciales. En su mayoría, el éxito en redes sociales está condicionado por la capacidad de viralización y el atractivo inmediato del contenido, algo que, como señala Constance Grady en Vox, lleva a los bookfluencers a enfocarse en géneros de consumo rápido que a menudo no aportan calidad literaria (Grady, 2024). El éxito de obras como las de Collen Hoover, cuyo contenido incluye relaciones tóxicas y conflictos no siempre tratados de manera crítica, revela cómo las redes promueven libros de fácil consumo, lo cual, en última instancia, restringe la exposición del público a otros tipos de literatura. Las redes sociales y el riesgo de una cultura literaria superficial En definitiva, el análisis de los artículos y las opiniones de los expertos entrevistados sugiere que las redes sociales, a pesar de su valor en democratizar el acceso a los libros, tienden a promover una literatura comercial y de baja calidad. La facilidad de venta y el atractivo inmediato son factores que llevan a la sobreexposición de géneros ligeros o de consumo rápido, mientras que las obras de mayor calidad literaria quedan relegadas. La literatura en redes sociales, aunque favorece el hábito de lectura en ciertos sectores, podría estar obstaculizando el desarrollo de lectores críticos y comprometidos, al priorizar la moda y la inmediatez sobre la reflexión y la profundidad. Si bien las redes sociales parecen acercar a más personas al mundo de los libros, surge la interrogante de si realmente están promoviendo contenido literario de valor o si, por el contrario, están alimentando una cultura de consumo rápido y desechable. Este cuestionamiento permanece vigente y, en muchos casos, apunta hacia una tendencia de masificación que no siempre privilegia la calidad literaria. Referencias Bauman, Z. (2017). Hoy está bien visto escribir malas novelas. Cuadernos Hispanoamericanos. De las Heras, M. (2024, 29 de enero). Los escritores “malos” que venden muchos libros, ¿beneficio o daño para la literatura? El Debate. Galvis Arcila, S. (2023, 17 de febrero). Malos libros. La Patria. Grady, C. (2024, 25 de abril). Libros electrónicos de baja calidad escritos con Inteligencia Artificial inundan el mercado de Kindle Amazon. Universo Abierto. Manrique Sabogal, W. (2024). Entrevista personal. Medina Vega, A. (2024). Entrevista personal. Mecca, D. (2024, 12 de enero). La literatura en las redes sociales: cómo son las nuevas formas de compartir la lectura. Unidiversidad. Zarzalejos Vicens, A. (2024, 25 de enero). BookTok y la erotización de la literatura juvenil y adolescente. Aceprensa.

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Podcast Episodio # 4

Samuel García

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Deporte

Samuel GarcíaLos Ciberataques y su Impacto en los Jóvenes
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Los Ciberataques y su Impacto en los Jóvenes: La Importancia de la Ciberseguridad en las Apps Samuel García Sandoval En la era digital, la generación más joven está más conectada que nunca. Redes sociales, aplicaciones de mensajería, videojuegos y plataformas de streaming forman parte de su vida cotidiana. Sin embargo, este mundo digital, lleno de oportunidades y avances, también se ve oscurecido por los riesgos asociados con los ciberataques. Los ciberdelincuentes están constantemente buscando nuevas formas de acceder a datos sensibles y realizar actividades maliciosas. Los adolescentes, por su uso masivo de tecnologías y plataformas digitales, se convierten en uno de los grupos más vulnerables. En este contexto, la ciberseguridad se ha vuelto una necesidad urgente para proteger a los usuarios más jóvenes de amenazas que, de no ser mitigadas, pueden tener consecuencias devastadoras para su privacidad, seguridad financiera e incluso su bienestar emocional (Bisbal Delgado, 2023). La Vulnerabilidad de los Adolescentes en el Mundo Digital Este grupo etario es, sin lugar a dudas, uno de los más activos en el uso de las nuevas tecnologías. Según el informe Digital 2024 de We Are Social, más del 90% de los adolescentes en países desarrollados tienen acceso a internet y utilizan, en promedio, más de cinco plataformas digitales diferentes cada día. Esta constante exposición a las redes sociales y aplicaciones móviles convierte a esta población en un objetivo atractivo para los ciberdelincuentes, quienes explotan su falta de experiencia en seguridad digital (Pérez, 2024). Aunque los menores de edad son conocidos como nativos digitales, la conciencia sobre los riesgos en línea sigue siendo limitada, y la comprensión de las amenazas aún es escasa, lo que aumenta su vulnerabilidad a los ataques (Pérez, 2024). Padres y educadores juegan un rol fundamental en reducir estas brechas. Un estudio de Panda Security encontró que el 66% de los padres ni siquiera sabe si sus hijos han sido víctimas de algún ciberataque, lo cual refleja una importante falta de conciencia sobre la necesidad de proteger los dispositivos en casa y en las escuelas (Bisbal Delgado, 2023). Hervé Lambert, de Panda Security, enfatiza que los esfuerzos educativos deben centrarse en desarrollar una mayor capacidad crítica en los jóvenes para que naveguen en línea de manera segura y consciente, mientras que David García Cano de Fortinet destaca que la protección digital no debe depender solo de controles parentales, sino de una formación integral en ciberseguridad (citado en Bisbal Delgado, 2023). Los Ciberataques Más Comunes y sus Consecuencias Los ciberataques dirigidos a este grupo son variados y cada vez más sofisticados. Entre los más comunes se encuentran el phishing, el malware y las técnicas de ingeniería social para el robo de datos sensibles (Lambert, citado en Bisbal Delgado, 2023). Las personas jóvenes, debido a su constante interacción con plataformas digitales y a la falta de formación en ciberseguridad, se exponen a métodos maliciosos como los deepfakes, que permiten la manipulación de imágenes y audios con alta precisión. Aunque los deepfakes tienen aplicaciones positivas, también presentan riesgos graves al facilitar la desinformación y la violación de la privacidad (Pérez, 2024). La formación en ciberseguridad resulta esencial para que esta población pueda enfrentar estos riesgos. Como argumenta Bisbal Delgado (2023), muchos adultos y adolescentes creen saber suficiente sobre el uso seguro de la tecnología, cuando en realidad no es así, lo que los deja expuestos a amenazas en línea. Esto coincide con las conclusiones del II Estudio sobre Seguridad y Privacidad en torno a la Telefonía Móvil de IPSOS, que destaca que laptops y tablets, usados masivamente por estudiantes, carecen de protecciones adecuadas y exponen a los usuarios a posibles ciberataques al descargar aplicaciones de origen dudoso (Bisbal Delgado, 2023). La Ciberseguridad en las Apps: Una Necesidad Actual La seguridad en aplicaciones es esencial, ya que representan el principal medio de interacción digital para los más jóvenes. Pérez (2024) sugiere que, con el avance de la inteligencia artificial generativa y el uso masivo de plataformas móviles, las apps se han convertido en puntos críticos de seguridad que necesitan ser monitoreados y actualizados constantemente para proteger a los usuarios. Las aplicaciones deben contar con sistemas de seguridad como cifrado de extremo a extremo, autenticación multifactor y actualizaciones regulares para prevenir vulnerabilidades (Bisbal Delgado, 2023). Además, los desarrolladores deben comprender que no solo están proporcionando un servicio, sino también cuidando la integridad de los datos personales de una gran base de usuarios jóvenes y, en muchos casos, inexpertos. El Papel de la Educación y la Prevención La educación en ciberseguridad es esencial para proteger a los menores de edad en el entorno digital. Las escuelas y las familias desempeñan un papel central en esta formación. Según Lambert, la educación digital es “la herramienta más efectiva para proteger a los jóvenes de los ciberataques” (citado en Bisbal Delgado, 2023). Para Pérez (2024), incorporar la ciberseguridad en el currículo escolar no solo aporta conocimientos técnicos, sino que fomenta una cultura de responsabilidad y precaución en línea. Actividades interactivas, como simulaciones de ataques y ejercicios de resolución de problemas, pueden ayudar a los adolescentes a comprender mejor las amenazas en línea y actuar de manera preventiva. Por otro lado, Leire Lasuen, de Pantallas Amigas, sugiere que el acompañamiento de los adultos debe ser una práctica constante. Este acompañamiento es clave para que los menores puedan navegar en un entorno seguro, sin sacrificar el desarrollo de sus habilidades digitales. Según Lasuen, el acompañamiento no solo brinda seguridad, sino que también facilita el aprendizaje sobre ciberseguridad (citado en Bisbal Delgado, 2023). La ciberseguridad es una asignatura pendiente en la educación digital de niños y adolescentes. Ante el incremento de los ciberataques, la prevención y la educación se vuelven herramientas esenciales para crear un entorno digital seguro. Las aplicaciones móviles deben ser seguras desde su desarrollo, y los menores deben ser educados en el uso responsable y seguro de la tecnología. Como concluye Bisbal Delgado (2023), la educación digital y la concienciación en ciberseguridad no solo protegerán a los más jóvenes en el presente, sino que también los prepararán para navegar de forma segura en un futuro cada vez más digitalizado. Referencias Bisbal Delgado, C. (2023, diciembre 19). Ciberseguridad, la asignatura pendiente en educación digital de niños y adolescentes. EL PAÍS. Pérez, E. (2024, marzo 25). La importancia de la ciberseguridad en la educación. Isbel. Lambert, H. (citado en Bisbal Delgado, 2023). Ciberseguridad, la asignatura pendiente en educación digital de niños y adolescentes. EL PAÍS. Lasuen, L. (citado en Bisbal Delgado, 2023). Ciberseguridad, la asignatura pendiente en educación digital de niños y adolescentes. EL PAÍS.

Samuel Mercado

Samuel Mercado

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“Nepotismo en el Deporte Colombiano: Un Obstáculo para el Talento” Samuel Alejandro Mercado Palomino Palabras clave: Nepotismo, deporte colombiano, palanca, federaciones deportivas, meritocracia. El deporte colombiano ha estado marcado por los éxitos de sus atletas en competencias internacionales, pero también por polémicos que cuestionan la integridad de sus instituciones. Uno de los temas más controversiales es el nepotismo o, como popularmente se le llama en Colombia, la “palanca”. Este fenómeno impacta profundamente a los atletas y al desarrollo del deporte en el país, al priorizar las conexiones familiares y políticas sobre el mérito y el talento de los deportistas. La Práctica del Nepotismo y su Definición La Real Academia Española define el nepotismo como la “utilización de un cargo para designar a familiares o amigos en determinados empleos o concederles otros tipos de favores, al margen del principio de mérito y capacidad”. En Colombia, este tipo de práctica está regulado en cargos públicos, pues el artículo 126 de la Constitución establece que “los servidores públicos no podrán, en ejercicio de sus funciones, nombrar, postular, ni contratar con personas con las cuales tengan parentesco hasta el cuarto grado de consanguinidad, segundo de afinidad, primero civil, o con quien estén ligados por matrimonio o unión permanente” (Concepto 063871, Departamento Administrativo de la Función Pública, 2023). Sin embargo, a pesar de estas restricciones, el nepotismo sigue siendo un problema evidente en las instituciones deportivas de Colombia. La falta de mecanismos de control efectivos y la escasa transparencia en los procesos de selección y contratación permiten que personas con conexiones familiares o políticas accedan a puestos privilegiados sin cumplir necesariamente con los requisitos técnicos. Impacto del Nepotismo en el Deporte Colombiano El nepotismo en el deporte afecta el acceso a recursos como la formación de alta calidad, los patrocinios y la posibilidad de participar en competencias importantes. Según un artículo publicado en El País, muchos atletas talentosos se ven excluidos de las oportunidades de desarrollo profesional, lo que provoca que pierdan motivación y abandonen sus carreras (2023). De este modo, el deporte colombiano no solo pierde atletas potencialmente competitivos, sino que también se ve comprometida su reputación en el ámbito internacional. Uno de los casos más notorios ocurrió en la Federación Colombiana de Fútbol (FCF), donde su presidente, Ramón Jesurún, fue acusado de promover a familiares en posiciones estratégicas dentro de la organización. Aunque Jesurún negó las acusaciones, diversos sectores deportivos expresaron su preocupación por la falta de transparencia en sus decisiones administrativas. De hecho, una investigación del portal La Silla Vacía evidenció que Jesurún mantuvo su puesto gracias a “una red de poder” que incluye a figuras de alto nivel del sistema judicial colombiano. Según el informe, la FCF utiliza cargos “ad honorem” —supuestamente sin remuneración económica— para ganar influencia a través de beneficios como entradas exclusivas a partidos de la selección (La Silla Vacía, 2021). El Caso de María Isabel Urrutia y su Paso por el Ministerio del Deporte Otro caso que ha generado controversia es el de María Isabel Urrutia, exministra del deporte y reconocida medallista olímpica. Urrutia fue acusada de firmar contratos irregulares para favorecer a personas cercanas antes de dejar el cargo. Según la fiscalía general de la Nación, Urrutia firmó más de 100 contratos de prestación de servicios en tan solo cuatro días, incumpliendo requisitos legales como la certificación de la insuficiencia de personal o la justificación de la necesidad de contratar bajo esa modalidad (Infobae, 2024). La Falta de Legislación Clara en el Deporte El nepotismo en el deporte colombiano continúa debido a la falta de una legislación clara que prohíba explícitamente esta práctica en las entidades deportivas. Los organismos de control, como la Superintendencia de Sociedades y la Procuraduría, han realizado algunas investigaciones, pero los resultados han sido limitados. La ausencia de sanciones y la discrecionalidad en la toma de decisiones permiten que las conexiones familiares y políticas sigan dominando en la selección de directivos y atletas (Infobae, 2023). Un Camino hacia la Meritocracia El nepotismo en el deporte colombiano es un obstáculo serio para el desarrollo de nuevos talentos y afecta la confianza pública en las instituciones deportivas. Para combatir este problema, es necesario que las autoridades implementen mecanismos de control y transparencia en los procesos de selección. Solo a través de un compromiso genuino con la meritocracia y la equidad se podrá garantizar que los futuros campeones del deporte colombiano sean seleccionados por su talento y no por sus conexiones. Este artículo busca visibilizar una problemática que sigue afectando el desarrollo del deporte en Colombia y que, si no se controla, podría tener consecuencias devastadoras a largo plazo para el sector deportivo del país. Referencias Concepto 063871 de 2023 Departamento Administrativo de la Función Pública. https://www.funcionpublica.gov.co/eva/gestornormativo/norma.php?i=210392 Infobae. (2023, diciembre 25). Los escándalos más sonados del deporte colombiano en 2023. Recuperado de https://www.infobae.com/colombia/2023/12/25/los-escandalos-mas-sonados-del-deporte-colombiano-en-2023/ Infobae. (2024, marzo 16). María Isabel Urrutia respondió por la firma de contratos en el Ministerio de Deporte. Recuperado de https://www.infobae.com/colombia/2024/03/16/maria-isabel-urrutia-respondio-por-la-firma-de-contratos-en-el-ministerio-de-deporte/ Silla Vacía. (2021). La red de poder que le despeja la cancha a Jesurún a pesar de su sanción por corrupción. Recuperado de https://www.lasillavacia.com/silla-nacional/la-red-de-poder-que-le-despeja-la-cancha-a-jesurun

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Valeria Ochoa

Valeria Ochoa

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Artículo 

Miguel Melo

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Jóvenes colombianos y política: ¿desconexión o nuevas formas de participación? Angie Valeria Ochoa Salazar Palabras clave: juventud colombiana, apatía política, redes sociales, participación ciudadana, cambio social, movimientos sociales. La juventud colombiana muestra una notable apatía hacia la política tradicional, generando preocupación sobre el futuro de la participación ciudadana en el país. Las causas detrás de este fenómeno son diversas y complejas. Según Francisco Reyes, sociólogo de la Universidad Nacional, “este desinterés está vinculado al individualismo que caracteriza a las nuevas generaciones” (Reyes, 2022). Muchos jóvenes prefieren concentrarse en temas que consideran más cercanos, como el medio ambiente o la justicia social, mientras que la política parece lejana y desconectada de su realidad. Esto refleja una percepción extendida de que sus voces no son escuchadas ni representadas por las estructuras tradicionales (Departamento Administrativo Nacional de Estadística [DANE], 2022). Una encuesta reciente del DANE a jóvenes entre 18 y 28 años refuerza esta perspectiva, indicando que el 89.7% no se siente representado por ningún partido ni líder político. Aunque una parte significativa afirma que votar podría tener un impacto, muchos prefieren las manifestaciones, donde sienten que su voz es más visible que en las urnas (DANE, 2022). Sin embargo, en las últimas elecciones, se observó una notable participación juvenil, lo que plantea la pregunta de si su visión está cambiando o si solo respondieron a un contexto específico. El papel de las redes sociales en la movilización juvenil Andrés Méndez, politólogo de la Universidad de los Andes, explica que las redes sociales han revolucionado la forma en que los jóvenes se relacionan con la política. “Las redes han facilitado una organización rápida y directa, algo que antes solo era posible a través de movilización formal,” comenta Méndez (Méndez, 2023). Antes de la llegada de estas plataformas, participar en política requería tiempo y esfuerzo para movilizarse, mientras que ahora basta con unirse a una causa digital desde el teléfono, lo que ha sido clave para visibilizar problemas sociales. No obstante, este tipo de participación no siempre se traduce en una implicación política formal, ya que muchos jóvenes prefieren expresarse en redes o en las calles más que en las urnas (DANE, 2022). Las redes sociales han impulsado movimientos en torno a temas específicos, como la igualdad de género y los derechos ambientales, los cuales resuenan con los jóvenes al ser percibidos como urgentes y relevantes. Sin embargo, según Méndez, el sistema político actual se percibe como poco confiable, lo que alimenta su rechazo por los procesos tradicionales. Desencanto y desconfianza en las instituciones El sociólogo Reyes afirma que el desencanto hacia las instituciones y la percepción de una política ineficaz es común entre los jóvenes. Según el estudio de Reyes, el 74% de los jóvenes cree que los políticos no representan sus intereses y que el sistema está lleno de promesas vacías (Reyes, 2022). Esto coincide con los resultados de estudios realizados por la Universidad Nacional, los cuales muestran que la corrupción y la falta de transparencia en el país han profundizado la desconfianza de los jóvenes hacia las instituciones políticas (DANE, 2022). Méndez también observa que una de las barreras es la falta de conocimiento profundo sobre problemas estructurales. Aunque las redes ayudan a difundir información, no sensibilizan igual que una experiencia directa. A través de proyectos de voluntariado, donde los jóvenes enfrentan de cerca situaciones de pobreza y conflicto, se observa que muchos adquieren una motivación renovada para actuar. Sin embargo, estas oportunidades de sensibilización son limitadas, y sin ellas, es difícil que los jóvenes vean la política como un medio de cambio (Méndez, 2023). El reto de la participación directa y el papel de la protesta Muchos jóvenes consideran que su voz es más efectiva en las protestas que en el proceso electoral. En Colombia, las manifestaciones han sido históricamente una herramienta clave para expresar demandas de cambio. Sin embargo, Méndez sugiere que esta energía de protesta debe complementarse con acciones concretas para generar un impacto duradero. Un ejemplo es la organización Techo, que moviliza a jóvenes para construir viviendas en comunidades en extrema pobreza, convirtiendo la energía de los jóvenes en proyectos tangibles (Organización Techo, 2023). Esta iniciativa demuestra cómo el activismo social puede trascender las redes sociales y tener un impacto real en las comunidades vulnerables. Superando la desconfianza y promoviendo la participación juvenil Para fomentar una mayor participación de los jóvenes en la política, Méndez sugiere impulsar programas como los consejos de juventud y el liderazgo estudiantil, los cuales brindan espacios para que los jóvenes se conviertan en agentes de cambio y aprendan sobre los procesos políticos desde temprana edad (Méndez, 2023). Sin embargo, estos esfuerzos pueden ser insuficientes si no se observan resultados tangibles. La frustración por la falta de cambios lleva a muchos a considerar que la política no es más que promesas vacías, por lo que enseñar a los jóvenes que la política implica participar en proyectos comunitarios y en la creación de políticas públicas es fundamental. Las redes sociales y los movimientos sociales han ayudado a superar algunas barreras culturales, uniendo a jóvenes de diversos contextos en causas comunes. Aunque persisten los desafíos y la distancia entre la juventud y la política tradicional, los jóvenes en Colombia tienen el potencial de marcar una diferencia si encuentran herramientas para canalizar su energía hacia acciones que trasciendan las redes y las marchas. La historia demuestra que los jóvenes han sido protagonistas de grandes cambios sociales, y en un país donde representan una gran parte de la población, pueden jugar un rol decisivo en la construcción de un futuro más participativo y justo. Referencias: DANE. (2022). Encuesta Nacional de Participación Ciudadana y Juventud en Colombia. Méndez, A. (2023). Juventud y redes sociales: Nuevas formas de participación política en Colombia. Universidad de los Andes, Bogotá. Reyes, F. (2022). El desencanto juvenil en América Latina: Un estudio sobre la apatía política. Universidad Nacional de Colombia, Bogotá. Organización Techo. (2023). Informe de Impacto 2023: Movilización juvenil y construcción de viviendas para comunidades vulnerables.

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El Uso Del Celular: ¿Cómo Afecta la Salud a la Hora de Dormir? Miguel Ángel Melo Palabras clave: Uso del celular, higiene del sueño, luz azul, salud mental, ritmos circadianos La modernización ha incrementado el uso de dispositivos electrónicos, como celulares, tabletas y computadoras, en la vida diaria, para estudiar, trabajar o entretenerse. No obstante, este hábito se extiende a la noche, cuando muchas personas siguen utilizando el celular incluso al acostarse, lo que afecta negativamente la higiene del sueño (Durán Hernández, 2023). Este concepto hace referencia a una serie de prácticas que promueven un descanso saludable y reparador, facilitando el adecuado funcionamiento del cuerpo y la mente. La Higiene del Sueño y la Influencia de los Ritmos Circadianos La higiene del sueño incluye mantener un ambiente y una rutina propicios para dormir. Los ritmos circadianos, o ciclos biológicos, sincronizan el organismo con el ciclo de luz y oscuridad, regulando la liberación de hormonas como la melatonina, que induce el sueño (Robles, 2023). Durante el día, los niveles de cortisol, la hormona del estrés, son altos para mantenernos activos, mientras que en la noche estos niveles disminuyen, permitiendo que la melatonina prepare el cuerpo para el descanso (La Caja, 2023). Cómo el Uso del Celular Interfiere con el Sueño El uso del celular durante la noche altera estos ritmos debido a la emisión de luz azul de las pantallas, que inhibe la melatonina, generando una falsa señal de “día” para el cerebro. Esto aplaza el inicio del sueño y dificulta conciliarlo rápidamente (Durán Hernández, 2023). “Los teléfonos celulares o las tabletas están emitiendo permanentemente luz azul […] lo que termina por inhibir la secreción de la hormona de la melatonina” (Robles, 2023, p.15). Consecuencias del Uso Nocturno del Celular 1.Dificultad para Conciliar el Sueño: La estimulación del cerebro por el uso del celular, especialmente en redes sociales o mensajes, aumenta la vigilia y retrasa el descanso (La Caja, 2023). 2.Fatiga y Reducción de Energía al Día Siguiente: Dormir menos o con mala calidad afecta el rendimiento y la capacidad de concentración durante el día (Durán Hernández, 2023). 3.Afectación de la Salud Mental: El uso excesivo del celular en la noche puede agravar problemas de salud mental, como ansiedad, depresión y deterioro cognitivo, además de afectar la memoria y el aprendizaje (El País, 2023). Recomendaciones para Evitar el Uso Nocturno del Celular Para mejorar la higiene del sueño, algunos consejos son: •Establecer una Hora Límite: Es recomendable evitar los dispositivos al menos una o dos horas antes de dormir (AARP, 2022). •Dejar el Celular Fuera del Dormitorio: Colocarlo en otra habitación ayuda a reducir la tentación de revisarlo durante la noche (La Caja, 2023). •Usar el Modo “No Molestar” o “Modo Avión”: Esto evita notificaciones y reduce la tentación de revisarlo. El uso del celular antes de dormir interfiere con los ciclos de sueño, afectando la salud física y mental a largo plazo. Es fundamental tomar medidas que promuevan un sueño saludable para evitar estos efectos adversos. Referencias AARP. (2022). 6 maneras en que tu teléfono celular podría estar perjudicándote. AARP. Recuperado de https://www.aarp.org/espanol/salud/vida-saludable/info-2022/problemas-salud-telefono-celular.html Durán Hernández, P. (2023). Abusar del uso de dispositivos móviles afecta la calidad del sueño. Gaceta UNAM. El País. (2023). Los riesgos desconocidos para la salud por dormir cerca al celular. Recuperado de https://www.elpais.com.co/salud/los-riesgos-desconocidos-para-la-salud-por-dormir-cerca-al-celular-2106.html? La Caja. (2023). ¿Por qué no debemos usar el celular antes de dormir? La Caja.

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Aprendí las estrategias para evitar las noticias falsas y la importancia de no creer todo lo que vemos.

 

Miguel Ángel Melo

Es bueno ver como se ve la desinformación y cómo detectarla

 

Valeria Ochoa

Aprendí la diferencia entre crónica y reportaje

 

Verónica Jiménez

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Taller de periodismo investigativo 2024

QUINTO PISO

Docentes:

Marilyn González

María Cristina López Díaz

Diseño:

Johanna Angélica Arias González

Alejandro Ramírez

Alumnos:

Valeria Ochoa

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Sergio Jiménez

Samuel Mercado

Miguel Melo

Simón Castro

Samuel García

Nicolás Meléndez  (Grabación y edición)

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